Elegía por el mar de emociones muertas

imagino

Como quisiera estar contigo, entrelazar nuestros dedos, preguntarte si quieres que te haga una trenza y que me digas que si, peinarte con calma y trenzarte el cabello, ver videos graciosos en mi celular y reírme mucho, hacer algún sonido extraño y que te rías, decir algo absurdo y que te rias, como quisiera hacerte reír, como quisiera que me vieras a los ojos y me digas que te gusta mi cabello, que te gustan mis ojos, como quisiera que me dijeras que eres feliz a mi lado, ver el mundo de Craig hasta que nos de sueño, ofrecerte una taza de café, sentir que soy tu amigo, sentir que soy tu novio, soñar con nuestros planes a futuro, juntarnos amor eterno. Como quisiera no estar aquí solo en cocina, con el sonido del Refri taladrandome los oídos. Ojalá pudiera sacar semillitas de la punta de tus dedos y hacerte terminar en mi jardín, a lo mejor me sentiría menos solo, pero qué haría cuando me vaya a trabajar? Ojalá supieras en mi mochila, ojalá se detuviera el tiempo a tu lado, ojalá estuviera más sano y fuerte, para llevarte a todos los cerros de la ciudad, quisiera tenerte agarrada de mi brazo derecho, y que sin preguntarlo dijeras que me amas, como quisiera tener una botella con el perfume de tu cuerpo, como quisiera tener más cosas en común contigo, quisiera ser admirado, pero casi siempre siento hasta lástima de mi mismo. ¿Por qué no puedes crecer en las macetas de mi patio? Por qué el polvo que se acumula en mi escritorio no escribe tu nombre? No aguanto está hambre que tengo de tus atenciones, de tus palabras, de tu compañía. No sé ni como me llamo cuando estoy solo, cuando no estás es mi soledad la que mueve los cables, ella es la titiritera y yo soy su títere, pero no juega conmigo, no tensa mis hilos, floja y lánguida me olvida en un rincón de la sala, a veces en un rincón de la cocina, a veces en mi cama. No sé en qué momento dejé de ser mi amigo, ya no me divierte estar solo, me duele la rodilla izquierda cuando subo las escaleras y todos esos pensamientos de ser fuerte se desmoronan como mi propio cuerpo. A veces imagino que alguien encuentra mi blog y lo lee, lo lee desde la primera publicación hasta la última, y se identifica conmigo y se ríe o me tiene lástima. Escribo cartas que nadie leerá. Sueño sueños que solo eso serán. Imagino que un día despierto y sigo siendo un niño, que en mi cuarto me espera mi empolvado Nintendo 64, que subo el volumen para no escuchar los gritos de mi padre ni el llanto de mi madre, finjo que los azotes de la puerta y las cosas que se caen al suelo no me asustan, imagino que soy como los personajes del videojuego que estoy jugando, imagino que soy fuerte y que tengo varias vidas. Me doy cuenta que tengo solo una y más de la mitad y está gastada.